¿Por qué te cuesta ser visible en redes sociales?
Guía para creadoras a las que no les gusta exponerse
¿Sientes que la exposición online te incomoda, te agota o directamente te hace querer esconderte en una cueva?
Buenas noticias: no estás sola y no hay ningún miedo que debas superar. Solo necesitas hacerlo a tu manera.
No todas queremos ser speakers
Hay mujeres que nacieron para hablar en un escenario e improvisar lo que dicen mientras lo hacen, y eso es increíble. Pero si estás leyendo este artículo, probablemente a ti te dé urticaria de solo pensarlo. Si eres como yo, eres más de darlo todo en la magia de la soledad, detrás del telón, con una taza de té y un montón de plantas que regar alrededor.
Y no. No estamos solas en esto, en realidad, es algo que siempre ha ocurrido.
¿Te imaginas pedirle a una escritora del siglo XIX que haga directos en Instagram? Probablemente muchas no aceptarían. Y si las hubieran obligado a visibilizarse así, quizá nunca habríamos conocido sus obras.
No es timidez, es autopreservación
Tu sistema nervioso procesa la exposición de forma más intensa. Mostrarte en sitios que no te hacen sentir segura es como abrir tu diario íntimo en medio de una plaza llena de desconocidos.
Mientras otras personas publican y se olvidan, tú te quedas rumiando: ¿fue demasiado?,¿debería borrarlo?, ¿me entendieron?, ¿qué pensará mi prima?
Y eso, amiga, cansa. Mucho.
Nos han hecho creer que hay algo que debemos "sanar" para poder mostrarnos como el resto. Que si no puedes hacer vídeos con naturalidad o hablar en público sin que se te cierre el estómago, es que el problema está en ti: tienes algo que superar.
Pero… ¿y si no hay nada que superar? ¿Y si simplemente estás intentando usar canales que no fueron creados para ti?
Por qué la visibilidad tradicional no funciona para ti
Porque se basa en estrategias que ignoran completamente la alta sensibilidad, la neurodivergencia… los procesos internos de las mentes creativas.
Lo que empieza como una intención pura de compartir, se convierte en una fuente de comparación, agotamiento y desconexión contigo misma.
Estas son algunas señales de que necesitas un enfoque diferente:
Publicas en redes que te desgastan: notas como tu cuerpo se contrae.
Compartes tu vida privada por obligación.
Escribes desde lo que se supone que debes decir, no desde lo que te nace.
No tienes claridad sobre por qué haces lo que haces, pero sientes que tienes que seguir.
Cómo empezar a mostrarte sin traicionarte
1. Cambia “exposición” por “expresión” No tienes que contar nada que no te apetezca y mucho menos hacerlo siguiendo un guión que no te gusta. Puedes expresarte desde la autenticidad sin sentir que estás abriéndote en canal para complacer al algoritmo.
2. Usa formatos que se adapten a ti ¿Te gusta más escribir que hablar? ¿Prefieres grabar audios? ¿Te comunicas mejor ilustrando? Encuentra tu medio natural. No necesitas hacer Reels ni hablar frente a una cámara. Puedes compartir tu trabajo desde un blog, una newsletter, Pinterest o cualquier espacio que se sienta amable con tu energía.
3. Crea tu propio ritmo y hónralo Ya no se trata de publicar todos los días. Se trata de hacerlo cuando tienes algo que decir, de forma que puedas sostenerlo en el tiempo. Un post cada dos semanas con profundidad vale más que contenido que te da dolor de cabeza crear cada día.
4. Protege tu energía antes y después de compartir Antes de publicar, conecta con tu intención. Después, suelta. Planea una actividad que te nutra y que te desconecte del resultado. Tu energía no está al servicio del alcance, sino de tu mensaje. Eso es lo que queremos ver de ti.
5. Recuerda: mostrarte no es validarte, es conectar No estás aquí para demostrar nada. Estás aquí para compartir lo que sabes, lo que sientes, lo que puede servir a otra mujer. Y claro, para hacerlo desde tu verdad y tu paz mental, no desde una estrategia que no encaja contigo.
¿Y si mostrar tu trabajo fuera una forma de honrarte?
Cuando eliges cómo, cuándo y cuánto compartirte, estás diciéndote: “Mi valor no depende de dónde me muestro” Estás lanzando al mundo y a ti misma un mensaje rotundo, y hasta sirviendo de inspiración a otras mujeres como tú. Y eso es la bomba: amor propio con mayúsculas.
Quizás no seas la más ruidosa del feed. Pero lo que compartes es de verdad verdadera y te cuida a ti, y a las personas que quieren conectar contigo en un entorno respetuoso con su energía.
Así que si te preguntas si estás haciendo algo mal por no querer exponerte, o compartirte en lugares que definitivamente no fueron creados para ti, ya sabes la respuesta.
Queremos verte allí donde tú brilles naturalmente, sin forzarte a nada.
Que tu visibilidad no sea una jaula, sino una forma de darle alas a tu voz.
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